Páginas

miércoles, 29 de mayo de 2013

INGENUIDAD, DIVINO TESORO

El viernes voy a Barcelona. Un par de días. Trabajo. Tampoco te podré ver esta vez.  Quizá no sea buena idea detallar aquí un listado de mis ubicaciones. Sube el número de detractores ya lo sabes. Algún periodista alarmado, ex amante u odiante deseará que ese avión se estrelle conmigo dentro. Ya sabes: mi primer avión, ¡chispas! Confieso que estoy nerviosa, y que me gustaría hacer trampa, pero no me enteraré del contenido de las reuniones de Marketing de Afiliados entonces, así que no es opción. Haría un Alascazo en toda regla (sí, tú sabes que me invento palabras- es mi idiolecto, ¡faltaría más!, como JuanRa): si lee esto el que duerme con El Quijote al lado, lo calificaría de litebasura, pero su crítica mordaz me resbala bastante.
Recuerda el veterano, Vietnam, la guerra... La Ortotipografía me la paso por el forro porque tengo hada madrina. Que se dedica a eso además. ¡Tendrás que traducir todo!
(Reléase de nuevo http://mireinoportublog.blogspot.com.es/2013/05/dos-rombos.html ); insisto, sin pretensiones, de ningún tipo. Sería peor estar en la calle robando, o increpar a mis allegados porque soy una mala bicha con Korsakoff por ejemplo... o ir de cultureta con gafas. Las dos sabemos que de lo que tengo pinta es de Rock Star,jajaja,... y la voz la perdí cuando empecé a abrazar el tabaco. Asumido desde los 21. Me quedé en Lady Madrid.

Barcelona te decía. Hasta allí en avión. Otro miedo a vencer. Por esta pasión hago lo que sea.

Por eso el viernes no podré ver a Tiago. El mejor de los amigos cuando inicié mi aventura en Madrid. El mejor de los amigos casi, haciendo balance general. Juntos, salvándonos el culo, viviendo batallitas en los tiempos precrisis, riéndonos de todo en el fondo, como tú y yo ahora.
Sabes que tengo dos conversaciones pendientes en esta vida: una con Azul que jamás se materializará y otra con Tiago.
Una de mis rumias mentales aclarada, expulsada de mi lavadora de ideas: el diálogo se produjo ayer. Amiga: ya puedo medio morir en paz.
Con la mayor de las tranquilidades y un inmenso afecto al recordar nuestro pasado, estuvimos removiendo emociones y sentimientos toda la tarde. Qué elegante fue, Eva. Qué directo. Qué tranquilidad después de leer que no me porté mal que nunca dí nada a entender y que siempre fui transparente con eso.
Cuánto le agradezco. Sabemos el efecto que escuchar su verdad tendrá en mi.

Andaba yo mezclando cartas de Azul y Ginebra y le eché de un manotazo de mi vida cuando torció la cosa a drede para que me diera cuenta de algo.
Desde ese momento me he puesto en su lugar una y mil veces. Lo que tengo claro después de calzar sus Nike, es que he notado que no estaba en multitud de ocasiones.
¡Le he echado tanto de menos, Eva! Palpaba su ausencia, su protección me faltaba, su escucha casi desde el autismo que ahora comprendo... Esa escucha transigente que no ponía el grito en el cielo cuando yo le hablaba de habitaciones de hotel y mezclas de humos y de ojos bonitos. No de los suyos que hoy recuerdo preciosos.





Voy encajando las piezas del puzzle. De su puzzle complicado que yo no entendía.
Sabido es que la vida intenta buscar el equilibrio de los acontecimientos, eso dice Jose Antonio. Esto forma parte de mi Teoría del Círculo, y es el último regalo que me da mi cosmos y que por supuesto agradezco de manera humilde. 
Mi teléfono lleno de lágrimas cuando leí que quiere recuperar nuestra amistad y que como yo, se ha dado cuenta de que nos necesitamos. De que a pesar de confusiones de sentimientos, esta amistad es importante para él. Para mi,  primordial (él escucha como tú).

Recordó otra vez lo de Cáceres, y ese Womad en el que yo olvidé las gafas para ver todo. Para verle a él.
Superado y aceptado mi descreimiento para con algunas cosas ayer, alguien que no esperaba y de una manera que tampoco imaginé, me dió una caja con un lazo grande. El mejor de los regalos, de una de las mejores personas: quiso enseñárseme por dentro. Demostrando que hay buenos sentimientos por el mundo, que no todo es egoísmo, que la amistad existe, como cuando una era ingenua, y de vez en cuando las personas ejercen de corazón.

Una de las preguntas que Ginebra a día de hoy me sigue haciendo es si es filántropo o misántropo. Tiene dudas el amantísimo de lo humano. Las botellas de vino se morían de angustia a nuestro lado porque nunca llegamos a una clara respuesta. La ambigüedad era nuestra máscara.


Al anochecer ya metida en la cama rezando por el verano, me rebauticé como filántropa absoluta y neoingenua. Volviendo a creer en la amistad dí una vuelta con Morfeo, el que no desafina, por mis jardines verdes de conejos con mucha prisa y Reinas de Corazones gritando: ¡Que le corten la cabeza!.

Amiga, te adoro.




http://www.ferialibromadrid.com/

sábado, 25 de mayo de 2013

24M: INDIGNADA

¿Puedes explicarme la extraña alineación de planetas de ayer, querida mía, y los surrealistas acontecimientos posteriores? Cada vez entiendo menos.
Sí, el monstruo llamó a mi teléfono, de buen rollito, después del último mensaje en el que me decía de todo menos guapa, después de irse con mi blog, el otro, el bonito, de ahí el nombre de éste.

Debería subir el último sms de metro y medio de largo, haciendo un análisis de mi personalidad, el mismo día que el psiquiatra le otorga el certificado de flipado. ¡Qué ironía!. De mi personalidad, de mis amistades, de mi vida, de todo se atrevió a ser juez y verdugo, con mi consentimiento tácito, que se dice. Cierto es. 
En tono distinto,no entiendo su cambio climático mental...

El miedo invadió mi cuerpo cuando vi el número del demonio reflejado en la pantalla, cifras por las que empieza su teléfono(del resto no me acuerdo). No contesté y dejó mensaje de "soy tan gran persona que te he guardado lo tuyo aquí". Lo último que se habló sobre mis pertenencias fue un "puedes quemarlas", cosa que dí por hecha.
O, "véndelas", porque se atrevió a pedir que le compensara emocionalmente con cierta cantidad económica: juzgó , sentenció y pidió daños y perjuicios amorosos. A todas sus mujeres, que son unas putas, les hace un balance económico que incluye regalos puntuales y una extensa enumeración de debes y haberes sentimentales:

-Te dejo por monstruo, no puedo más.
-¿AH, SI? Son 1000 euros.
Jamás le hice un excell o un power point con todo lo que yo perdí por el camino.

Ayer tarde, miraba las paredes de mi habitación por si Antonio me estaba gastando una broma y estaba grabando mi cara. No me lo podía creer.

Ya lo he hablado con Goyo, justo esta semana. Quien se va sin que lo echen, vuelve sin avisar.
No del todo fue así. Quien se va, provocando tsunamis físicos, emocionales, catástrofes humanas, ¿por qué vuelve?
Dejé todo claro, incluso perdí las formas para que no hubiese dudas, dándole una gran paliza al señorío que heredé de mis padres.

Esos cambios sólo puede tenerlos quien está realmente enfermo.
Esta semana querida, vuelvo al castillo, ya no recuerdo tormentas ni noches de frío e iré acompañada de mi Sancha, que me proporcionará la calma y la tranquilidad necesarias para enfrentarme de nuevo a él.
¡Manda huevos!

Previamente, el de Segovia envía mensaje equivocado también, la misma tarde. 
Y silencio y rosas de Jericó en mi teléfono móvil. No sabía si reir o llorar. Por supuesto elegí lo primero.

¿Qué pasa con el 24 de Mayo a parte de que Chema cumple años?
Acuerdan los planetas y los posibles universos que todo mi pasado me mensajee esa tarde...

Mi síndrome premenstrual intentando no perder la calma: lo consiguió, por cierto, porque ya sabes que clavé la espada en el corazón a ese dragón- que no escupe fuego si no que se lo bebe- igual que el mismísimo San Jorge.


Pensado luego por la noche, no sabría decirte si es odio, rabia, tristeza o compasión lo que siento. Creo que rabia porque recuerdo el fin del cautiverio y repito, no sé a qué viene ahora taaaanta amabilidad. Me mosquea bastante. (Iré preparadísima para un ataque sorpresa).

He de confesar que tengo un poco de miedo, justo cuando te decía que no me vienen recuerdos a la mente, justo ahora que las pesadillas están superadas. Otro chiste vital grandioso.

Vuelve a comunicarse porque es feliz, porque ahora hace manualidades que llama Arte y su entorno hipócrita alaba su arte de pegar cinta de carrocero en un lienzo. (Velázquez, ¡perdónalos porque no saben lo que hacen!). Ha comprado seguridad y autoestima invitando a vino en inauguraciones, y lo más triste es que jamás se planteará que es un insatisfecho enfermo, y que detrás de cada "obra" hay cuatro modernos hablando de lo que la manualidad les transmite: gente que viste bien y bebe,  hablando de pretecnología: mejor abre una tienda de ropa¿no?. O vuelve a abrir el bar.

Cuento y no quiero contar: por elegancia, por vergüenza-propia y ajena- Por necesidad.

¿Los montruos piensan que los humanos somos gilipollas? La paranoia funciona así: crees que todo lo que tu cerebro estropeado piensa es verdad, TU VERDAD. A pesar de que un médico te certifique que estás tarado.

Seguramente busca contacto, para contarme que es feliz, que hace exposiciones imposibles y que mis pertenencias en un recuerdo grato a lo nuestro seguirán guardadas en su castillo de odio, con todo el amor que tiene, que es ninguno porque nadie le enseñó a querer, ni a quererse, que de amor propio andábamos jodidos.


No temas por mí, mi niña. Estaré bien, iré a por mis tacones y volveré a mi nuevo mundo subida en ellos. Porque siempre estuve subida y el enano engreído no pudo tocar mi corona jamás. No pudo llegar tampoco a rozar mi universo emocional e intelectual, no lo permití, y eso es lo que le hizo enloquecer ;y se convirtió en detective privado con pruebas y evidencias que su mente negra, sucia y perversa inventaba.

Quizá se ha dado un golpe en la cabeza y las ideas se le han vuelto del revés, quizá ahora toca pasar al estado de euforia que sigue a la disforia en mamones de esta calaña, quizá ha visto la luz...
En cualquier caso, no me provoca curiosidad alguna.

Porque Ultramán existe: animó el final de mi tarde y el principio de esta etapa. Eso el monstruo no lo sabe, si no, seguiría pensando que tiene razón, y eso es malo para él, aunque no lo sepa y su especialista no se lo diga.
No se borró mi sonrisa de la cara en cinco horas de conversación cortada por risas, tocamientos de cara indiscretos y las doce mil toneladas de simpatía que trajo al encuentro. Me despegó tres o cuatro tiritas también.

Querido monstruo: descubro que no eres ni eras, ahora ya, mi mundo es otro. Cuídate mucho no vaya a ser que pronto estés recibiendo la dosis de tu propia medicina que mereces.
Conserva mi recuerdo adulterado de la manera que mejor consideres...
Yo, ni te quiero ni te odio.

martes, 21 de mayo de 2013

LEY DEL INVERSO

Esta tarde ha sido tarde de café y parque. He vuelto a casa con la melatonina cargada al cien por cien.
Te estarás preguntando qué fue de aquel jueves con Román.
Te dije que alteraría mis recuerdos a conveniencia para contarte el encuentro más maravilloso de la historia:  Fue extraordinario amiga, a pesar de la objetividad.

Arturo volvió a llamar y a escribir. Ya le pillé el truco y no lo sabe: no publico tips de huelebragas aquí para evitar que otros plagien. Ni está tan solo ni es tan bueno, ni es tan sano de alma como quería hacer ver. ¿Por qué? Además para vender una imagen falsa hay que ser inteligente o muy buen psicópata. Los engaños de los idiotas se ven venir a kilómetros de distancia.

Con respecto a la comprensión de determinadas cosas del blog, tanto tú como Puri y algún amado fisgón me habéis dicho lo mismo: Todo lo hago a posta. ¡Que nadie se alarme! Soy muy elusiva a veces, tanto como transparente otras.

Ya es hora de ir al grano y exponerte mis recuerdos adulterados:
A la hora dicha fui a la tabernita andaluza donde nos citamos. Sabía que lo de andaluza llevaba broma implícita: me llamaba andaluza por mi acento años ha, cosa que siempre me ha fastidiado bastante, por la falta de musicalidad en el oído del prójimo no por otra cosa. Cuando trabajábamos juntos Román me tiraba mucho de las coletas Eva. Ese juego con la reminiscencia me encantó.

Obviamente antes de esto, nos enviamos un par de mensajes más, intercambiamos teléfonos y acordamos vernos. En este vaivén de asuntos, me dejó constancia de que volvía a ser un single, como se dice ahora, y poco más dijo de su anterior pareja...
El proceso de duelo resuelto y la sonrisa gobernando la cara es lo primero que se veía detras de las gafas de sol de Román.(" Y contamos si tú quieres las estrellas. Todas ellas".- el estribillo del Lichis me venía a la cabeza). Estaba guapísimo. La soltería recién estrenada suele sentar bien. Para él esa tarde, la cosieron a mano.
El aperitivo prometía.
Canjeamos informacion sobre la mutua trayectoria laboral estos años (la mía algo más larga) y, de duelos, ranas, príncipes, princesas de barrio, nadie dijo nada. Aluciné.
La satisfacción me recogió el pelo cuando empezó a hacerse de noche. No cambiamos si quiera de local.

Le comenté a mi ex compañero de trabajo lo de nuestro proyecto. Del proyecto que tengo para él no mencioné nada,je je. Le parece genial lo que estamos haciendo.
Hablamos de sus expectativas que... él no sabe muy bien.
Es buena gente, y tiene aspiraciones. En concreto no sabe cuáles. Parece ser que no le gusta lo que hace, pero un par de viajes al año de pulserita para bebérselo todo hacen que duerma algo más de cinco horas el resto de los días de su vida.
En el entorno de terapia socrático al que estamos acostumbradas le diría: 15 días por un lado, 350 por otro. Escrito. Con números. Simplemente eso le diría. Es tan inteligente que sólo con eso: tratamiento y curación.
Esta vez no hubo cena con ambiente de "todo a un euro". Esta vez sí habría aceptado la invitación.

Ley Universal del Inverso: quieres algo y el Universo te da lo contrario, o te lo da cuando quiere y no cuando tú te empeñas. O simplemente te da y ya está, que es peor.

Disfruté pues del camino a casa acompañada de Román. Entre risas, golpecitos y globos de agua en forma de pulla (a servidora el enamoramiento le devuelve a los quince años), en el portal de mi casa se despidió como un caballero: dos besos, un abracito y prometiendo llamar al día siguiente.¡NO! Y yo esta vez deseando que mis rótulas fueran revisadas. Queriendo más promesas, me pareció poco lo de llamar.
Siempre lo opuesto a lo que uno quiere.
Esa misma noche ya en la cama, medio dormida, recibí una llamada de Arturo preguntando por nuestro cine, le dije que ahora sólo leo, que no veo películas. Que Tarantino me va a poner peor de lo mío.
Porque yo cine, con Román. Y la llamada que yo esperaba, de Román. Teoría del Inverso, "del" sí.

Del Inverso, de Murphy (ese señor tan simpático de la tostada juguetona), Hipótesis de Lo Contrario, llámalo como quieras Eva.

Independientemente de la fuerza con la que desees las cosas, siempre ocurre lo contrario (hablo por supuesto de las circunstancias externas que uno no puede cambiar): ¿quieres seguir trabajando y te encanta tu empresa...? Te echan como a un perro. ¿Quieres a fulanito? Pues a tí te quiere menganito y encima fulanito se enamora de tu mejor amiga. ¿Quieres perder dos gramitos para la operación bikini? La vida te regala cinco mil estupendos gramos y una retención de líquidos extra, nivel camella. Perfecto.

Cuando un humano comprende esta probabilidad, la vida es menos angustiosa, respira uno mejor, se ríe más de todo. Y cuando comprendes, ríes, intentas cambiar lo que Murphy no toca que eso sí se puede hacer, sucede lo imposible.
Y lo imposible nos sucederá esta semana a ti y a mi. Esta vez te lo aseguro.
Buenas noches Eva.



lunes, 20 de mayo de 2013

CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD...

Acompañé al Inem hace días a Antonio a hacer unas gestiones.
Lo que voy a contarte es verídico Eva. El personaje es real. No hay aliños de la imaginación ni alteración alguna de los hechos. Mi retorcida mente no podría inventar un tipo semejante al que teníamos sentado delante. Nunca olvidaré la siguiente secuencia.
Permíteme te ponga en situación:

ESCENA :Una oficina del Inem cualquiera. El Juanan se persona en la oficina el día citado con antelación. Allí se encuentra con un amigo de la juventud.

El Juanan
mide metro ochenta. Es moreno. Tiene un tatuaje taleguero en el brazo derecho. Viste camisa negra sin mangas, vaqueros desgastados y botas de cowboy. No sé exactamente qué colonia usa. Ese día olía a una especie de eau de Amstell. Eran las doce de la mañana. Alguna pulsera de algo más de medio kilo, de plata, le brilla en la muñeca. La cara afilada, curtida por la vida. Sin apenas carne en las mejillas, nariz aguileña y ojos desconfiados. Después de saludarse los amigos con la vergüenza y obligación que supone no haberse visto en años, Juanan le dice a su colega:

"Pos"aquí estoy. Que me han "citao" hoy. Que en mes y medio entro pa´dentro. Un año y nueve meses me caen. Por maltrato. Que yo no he pegao a nadie. Que ahora he estao hablando con ella. ¡Me cago en San diós, luego dicen que las matan, tronco! Si estoy con ella p´arriba  y p´abajo, que si te quiero , que si no se qué. Vete a recoger al niño. Se me ha roto la nevera, ven a verla. O sea que estás diez años conmigo, te vas con otro y ahora te quiero y ven a verme mi amor.¿? Que te arregle la nevera el otro, ¡no te jode!... Están locas las muy guarras, y ahora, lo que te digo, todo el día juntos, tío. Menos follar, de tó."

VERÍDICO.

El compañero de Juanan en el arrullo que le prestaba la escucha vergonzante pretendía que el asiento lo tragase hasta desaparecer de allí, porque al Juanan no le importaba nada que la audiencia que tenía detrás se desayunase tardíamente sus alaridos (Todavía se da la vuelta y nos mete un navajazo-dijo alguien).
Juanan le explicó al colega, dónde estaba el resto de la pandilla:
"¿¿El Largo?? El Largo, el cabrón está en Zamora con una piba que ha conocido que está "montá". ¡No da palo al agua! Tiene que tener una polla así porque yo no lo entiendo con lo feo que es el hijoputa..."
El amigo del Juanan no sabía dónde meter su cabecita y sólo asentía con ésta.

"¿Te acuerdas del Tocho? El Tocho, tío. El Tocho murió. Se pasaba mucho. Estuvo de fiesta, se pegó el último homenaje y sobredosis, ¡a tomar por culo!.
El Rubio, ¿te acuerdas de él? Ahora entro con él, en un mes. El rubio está preso por droga en Aranjuez, estaba metido en historias de cocaína. Yo no. Yo hace que no fumo canutos... ¡Años, años!
Si es que... la mayoría de esa época o están presos o ...no están. Muertos. Muertos." 
El Juanan baja la mirada cuando dice esto último. Pierde la vista en el suelo de gress de la sala de espera. Suspira.
"Y aquí en esta puta mierda de Inem que no hay trabajo. El BMW ahí lo tengo en la puerta de casa muerto de la risa, sin poder echarle gasolina. Me ha "traío" un colega, le he dado diez pavos y ahora se ha ido y me ha "dejao" la furgona... Así que...
Por lo menos en la cárcel cobro paro, tengo cama, comida,... eso es como la mili."
VERÍDICO EVA. No sabría decir qué fue lo que más me escandalizó de todo el monólogo:

"He visto al Lonchas en el bar, que hacía mucho también que no lo veía. ¿Te vienes al bar? A mí todavía me queda un rato. Va por el 90 y tengo el 102. ¿Quieres una birra? Venga te invito. Yo ya me he"tomao"una. ¿¡No bebes!?  ¿Qué no bebes???"
Nadie pudo escuchar la voz del amiguete cuando le dijo que no bebía, y que no gracias, que ya era su turno. El Juanan sonriendo se levantó del asiento y salió de la oficina en lo que le supuse su liturgia habitual.

El Juanan se fue al bar, donde dice que antes le salían los trabajos, a recordar épocas de bonanza. En la cabeza no paraba de rumiar todo lo que había contado a su amigo, y a ocho filas más. Le entristecía su vida, hacía un balance mental amargo de todos estos últimos veinte años. A pesar del sufrimiento silencioso que sentía-cosa que no le dijo a su amigo mientras charlaban- se obligaba a recuperar la impronta de tipo duro en su cara. Los chicos no lloran.

A los veinte minutos volvió el Juanan del bar y vió que no estaba su amigo.
Se fué a su otra oficina de empleo una vez más.

El compañero de parranda de Juanan esa tarde tuvo un ataque de ansiedad en el sofá de su casa después de comer acordándose de la escena.

Yo de regreso a casa no podía dejar de pensar en este individuo. Sobre todo en su mujer.
Ahora busco trabajo.
De manera activa...










viernes, 17 de mayo de 2013

POSICIÓN FETAL

Ha dejado de llover. Un día y medio diluviando. Estos días me ponen como me ponen. No entiendo a la gente que dice: "disfruto de la lluvia golpeando contra el cristal, la mantita y mi libro favorito": la lluvia es necesaria para el campo, para escribir poesía, para limpiar el alma y para llorar desamores. Para que algunos seres humanos lleven a cabo actos de epifánica purificación.
Mis relojes circadianos funcionan con energía solar. En días de lluvia me quedo sin reservas. Denme sol, algo de naturaleza, un libro y déjenme en paz.
Tu última comunicación me ha roto el alma. La impotencia que siento por no estar a tu lado es directamente proporcional al número de kilómetros que nos separan. Tuvimos nuestra propia historia de Montescos y Capuletos en la adolescencia y ahora entrando en la segunda adultez que algunos denominan, sigue nuestra separación trágica en la distancia. Lo de siempre: la vida, una cachonda. La imagen de Puri se deposita en mis parietales. Su falta de calor en mi epidermis.
Goyo lo diría de otra forma. Pero diría lo mismo.

Tu estado de ánimo ha influído en mi sequía literaria de los últimos días. Y el último "embolao": opinar sobre el manuscrito de mi amigo el revolucionario argentino.
De pequeña me enseñaron a acompañar desórbitadamente los duelos ajenos. Un extraño respeto implícito en la educación provinciana. Me salto el protocolo esta vez, y me duele profundamente tu... anhedonia. Duele tanto que contagia.
Yo preocupada por la ortotipografía, por estudiar el proceso de elaboración de guiones, por encontrar guías de creatividad inmejorables, abrazada al miedo de no saber qué teclear, de perder la inspiración, de dejar de sentir esta necesidad extraña de comunicación, y tú, ante el notición no entiendes a tu corazón hierático.
La misma sensación que podría tener cualquier protagonista de "El valle de las muñecas".



Paul Auster- es una de mis debilidades, gran sustantivo- dice que el arte es algo inútil. Pero ¿qué hay de malo en esa inutilidad?. Él escribe por la necesidad que siente de hacerlo (te dejo el enlace abajo si la tecnología me lo permite). Otros, tenemos la necesidad de admirar esa inutilidad, incluso atrevernos a gozar con ella. ¡¡¡Cuánto perturbado!!!...



Mi necesidad se vuelve diminuta cuando mi conciencia insiste en que los míos no están bien. Sé que el hermanamiento en la distancia casi roza lo inútil, como el arte. Pero es lo único que puedo hacer. No tengo cuento que contarte hoy. Si estuviera a tu lado en esa recepción haría el payaso hasta que estallase la risa en tu cara. Igual que mi amiga Laura, experta en la materia. Al mal tiempo: música en el iphone y ensalada de dientes para desayunar. La inteligencia fría de Getxo teniendo bajo control todo el abanico emocional.
Hasta Laura a veces llora, Eva. Quizá lloramos poco. Quizá ya lo hicimos demasiado.


Vuelve a llover, no tengo ninguna catarsis vital pendiente en la bandeja de entrada. Estoy en casa con la manta encima, ya que la primavera quiere esconderse como viene haciendo los últimos años en Madrid.
Abro mi libro de Rojas Marcos (otra de mis debilidades). Y me apetece volver a bucear en el interior del vientre de mi madre. Estar allí un ratito...; en posición fetal.








http://www.lecturalia.com/libro/38449/el-valle-de-las-munecas
http://verbalina-escribirliteratura.blogspot.com.es/2012/07/paul-auster-se-pregunta-por-que-se.html

miércoles, 15 de mayo de 2013

CARRIE Y EL CHINO QUE TRABAJABA PARA APPLE

¡Vaya! Tendrás que aparecer por aquí alguna vez, Eva. Estoy mutando en una especie de Carrie Bradshaw con tatuajes, y ya te lo he dicho: se nos ha ido de las manos.
Lo de la difusión en la radio de la Patagonia no lo esperábamos. Yo, a modo de tributo no paro de escuchar a Calamaro, me parece uno de sus mejores poetas: he contactado con un activista, de los de verdad, de los que pelean con la palabra. Creía que se habían extinguido. Recuperé la fe la semana pasada.

Empiezo a ver los frutos del esfuerzo que creía inútil.
Compartiéndolo todo contigo reina de Mi Reino: tengo una entrevista la semana que viene para una revista digital. Por la audiencia que han tenido nuestras cartas. Viento en popa.
Acabaré escribiendo un mensaje al monstruo para agradecer el cautiverio después de todo: voló la pájara y no sabes cómo. Paradojas vitales: me chiflan.
Psicología del cambio. De la felicidad. No hay más que seguir sus doctrinas. Parece fácil.
Comunicarte que este blog tendrá una vida breve. Nos tenemos que poner a otros menesteres. Si me pides un tiempo de vida no le daría más de dos meses. Pero no adelantemos acontecimientos.


He descubierto hoy con gran asombro que todas las páginas de internet están copiando a la de Zuckerberg (Bill Gates creó escuela): estaba esta mañana bajando apuntes de una web, y de repente un tal Rompebragas en un chat, preguntaba si yo 1.70, 38 y 95 ... ¿¿?? ¿¿??. Sin respuesta.
Vuelve a preguntar ansiosamente: ¿90? He respondido que esperaba se estuviera yendo a la mierda mientras leía mi respuesta. Que por 95/90 entiendo de cocientes intelectuales. De nada más.
Redes de contactos desesperados por encontrar un poco de contacto virtual. Se está perdiendo todo lo dieciochesco, pero no me pondré dramática. Te escribo para contarte otra cosa:


Román se ha comunicado de forma sutil en los últimos días. Un "Me gusta" en FB, ha sido su última osadía.
Le envié un mensaje directo, claro y conciso: ¡¡¡Cuánto tiempo!!!¡¡¡Cuéntame cómo es la paternidad con unas cañas!!!

Directa a la yugular. Una ya no está para tonterías. No te he hablado mucho de él, porque pertenece al universo de Azul y ahí no existía nadie más.
Román fue mi compañero de trabajo.
Teníamos mucha complicidad. Teníamos algo intangible que se palpaba a leguas. Los ojos de Román y los míos no paraban de hablar, de reir, de flirtear, con las palabras decíamos cosas triviales.
... Teníamos también pareja. Y el pacto con la fidelidad que se adquiere desde la adolescencia a los veintipocos. Luego la vida se descojona de uno.
Jamás gozó conmigo de un momento extralaboral más allá del cigarrillo típico de una tarde de trabajo insoportable. No se le veía socializarse en ninguna quedada después del trabajo.
La novia de Román comenzó a trabajar en la empresa a los pocos meses. Su cambio de actitud conmigo, radical. Román ponía cara de culpa y de pena, de represión y de abstinencia. Como si me debiera algo.
Duró la tontería lo que duraban los contratos en esa empresa. Medio año.
No volví a saber de él. Envié la solicitud correspondiente cuando me lo encontré de bruces por la social media.
Hasta el otro día:

Yo sigo con la leyenda japonesa del hilo rojo. De la que no te he dado muchas pistas:
Este jueves tirando del hilo rojo que tengo en el meñique (unido al meñique de Román) acortaré distancia y retomaré el asunto tal y como lo dejé hace unos años. Porque merece la pena. Porque estoy curada compañera.
Intuyo que mi amigo reencontrado no comparte colchón con nadie. Ha dicho que tiene ganas de verme. Y mucho que contar (es decir, hablará de otra mientras pongo las orejas en modo off, y cara de Barbie Embelesada). Es un momento de descreimiento idóneo para que aparezca cualquiera. No hay miedo.

Sin expectativas, como últimamente, aunque parece que menos que él (espero que no entienda por cañas, enamoramiento-son términos que se confunden-). Sin expectativas, que no sin sueños pese a que mis pies se aferran al camino como si calzase botas imantadas y éste fuese de puro hierro.
Disfrutando, forma verbal que vuelvo a abrazar en mi nueva trayectoria. Forma verbal que adoro.
Pasaré un jueves normalito con Román y luego adulteraré mis recuerdos con emociones y te contaré que he tenido un jueves de película.
¿A quién quiero engañar? Román estará bastante desmejorado. No habrá superado la ruptura con la chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina para rociar a las que hablaban con su ex. Insultante el atrevimiento que permitimos a la posesión. No parará de contarme anécdotas en las que estaba ella, por cortesía omitirá que ella estaba. Yo contaré qué ha pasado todo este tiempo omitiendo los duelos amorosos al igual que mi ex compañero de trabajo, maquillando estos años con los mismos productos que él y esa noche ambos nos iremos a casa pensando de una manera práctica.
Román: -Mi ex tiene más tetas. Es más simple, más llevadera. Y... habla menos. ¡No calla esta tía!.
Yo misma: -El de Segovia tiene una conversación de summa cum laude. Dos horas hemos estado...hablando de nada. De sus cosas, de sus necesidades, tengo un problema regalando escucha a diestro y siniestro. Y yo ¿qué?.Esto último si el día está nublado. En días soleados los niveles de autocompasión bajan.
Dado que he eliminado toda forma de contacto con Segovia, escribiré otra entrada en el blog: cualquier chorrada que tenga que ver con las relaciones humanas. Y el amor. Y la vida. Y redactaré un cuento grandioso con final feliz porque el de la vida real no me gusta... Y seguiré pensando que después de la conversación con el segoviano, no hay nada en la vida que me ofrezca el mismo color, el mismo brillo. Veré al resto de los hombres como seres grises, aburridos, por culpa de mi obsesión arraigada en su dominio de la palabra, enraizada en su cráneo privilegiado.
Se lo compraría para ir maquetando mi página web, para pensar en la mejor de las opciones académicas en este momento. Para pensar y pulsar suprimir sentimiento con la misma rapidez que él. ¿Esto es amor o admiración neuronal? Lo dicho, estoy curada.
Mi modesto cerebelo mi niña sólo se puede concentrar en Hawai y en el chino que trabajaba para Apple.
...Y el Surf...




lunes, 13 de mayo de 2013

DIEZ MIL COPAS Y LEONAS EN CELO

Diez mil copas.
Es el tiempo que voy a tardar en olvidarle.
Lo leí en algún sitio o lo escuché en alguna serie. Me parece una forma exacta de saber cuánto has querido a alguien. Tomar como unidad de medida de superación de la pérdida amorosa los ginebrazos.
Gran idea.
Con el primero de mis novios, las copas ya eran parte cotidiana del final de la relación.
Con el segundo no hubo lutos alcohólicos. O no demasiados.
Azul bate el récord de mis homenajes. Tiene más copas de balón en mi vitrina afectiva que Messi balones de oro.



Mi último óbito lo llevaré mejor. Entreno con Goyo. Una vez por semana últimamente. Comienzo el sábado a llorar de manera profesional, casi olímpica. De concierto, con Anabel, una vasca de lo mejorcito.-Ya sabes tú que los vascos son extremeños pero acostumbrados al frío-. Ha llegado a mi vida en forma de casualidad. Como todo últimamente. Una tía fuerte de la que te hablaré en otro momento.
He pasado la semana dedicada a nuestro proyecto. A darle forma. A amasar ideas.
Ayer sin más, dadas las carencias, me metí entre pecho y espalda casi la mitad del primer curso del Grado de Lengua y Literatura. Extenuación es mi segundo nombre. Sin abuela estoy.
No puedo seguir haciéndole esto al Lenguaje.

Hablé con Patricia por Skype a mitad de la tarde.
Está en Berlín. Investiga Psicología Social en la Freie Universität. Patricia experimenta con todo. Tiene mil teorías psicológicas en la mente. Cerebro inquieto.
Reímos bastante. Está contactando con hombres a través de las redes sociales a modo de experimento. Pretende clasificar perfiles de la personalidad masculina para su tesis .
Ha contactado con 4 sujetos: C, S, A y D.  Casi todos buscan amor eterno. A golpe de caña y tapa. Patricia compartió impresiones conmigo de sus dos primeras semanas de investigación:
Rellenó un perfil en una página de contactos. Datos básicos: Patricia es alta, delgada y fuma. Básicamente hizo esa descripción.
(El primer dato que sorprendida comprobó es que aunque a priori todos odiaban de manera radical el tabaco, realmente a ninguno le importaba un carajo. Hipocresía, nivel dios. Está de moda el antitabaquismo.)
C.:  Maduro, 46 años. No habla de su vida. Patricia sólo sabe que C. come, cena, es de Ávila. Le ha enviado una foto, la de "soy de verdad". Un señor bastante educado que quiere tomar un café con ella. Lo ha solicitado dos veces en este tiempo. Patricia necesita más datos para lo del eterno.
S.: Menos maduro que C. en torno a 42 años. Audaz, vivo, deslenguado, listo, trabaja en banca (en un cargo inferior al que dice tener seguramente). Visita por la noche sitios como el Corral de la Pacheca donde tiene amigas rubias. Se lo rifan las señoras y las chicas-según dice él. Humor tirando a negro. Por las fotos ella diría que es vivo, listo, que disfruta de los placeres materiales sin darle mucha importancia a lo intelectual, neurótico, impulsivo, agresivo casi, y así lo comprobó hace dos días, cuando le exigió que se vieran que-había cola- y que- no se lo iba a decir más-. Adiós. Y así, la dejó. Llorando. De la risa. A éste lo olvidará con una infusión...Ni siquiera hará falta echar un chorrito de nada....
A., más próximo en edad, es el que ella califica como sujeto normal. Como lo que esta sociedad mentalmente sana califica como normal. Y ya está obsesionado con ella. Se han visto una vez. Si él toma más alcohol ese día, le pide matrimonio. Le ha contado toda su vida en confianza. Ésta cabe en cuatrocientos caracteres. Quinientos de aquí al día de su muerte. Quiere ver a Patricia todo el tiempo. Ella está desconcertada con el mundo y las relaciones. Aún. Ella no le da bola. Él la quiere toda.
D. el más joven, es el sujeto que más le turba. Al que menos conoce. El que por su apariencia más le gusta. Saben ambos a qué se dedican, de vez en cuando hablan de sus vidas. Nada profundo. Es lo que a ella le inquieta aunque poco a estas alturas. Han hablado de verse. Ella sabe que siempre está presente la subjetividad del investigador en todo experimento y sabe perfectamente que para ella D. es una foto. Es lo que ella se imagina de esa foto. Sabe que no es. Ya no hablan. Asumen y regalan pasotismo al contrario. A ella le huele demasiado a macho alfa. Y a los machos alfa, poco parece importarles más allá del perfil reducido de ella.

Aquí concluye el estudio por no buscarse líos y observando el desenlace esperado. Confirma teoría : un señor tímido que no dice nada y quiere café, un "apresurado" del amor de barra de bar con mal humor que ansía tomar cañas, un "correcaminos" loco por asentarse y, lo que parece ser un gilipollas que no quiere nada y pobre de la que se acerque. Lo mismito que los bares a las cuatro de la mañana. Internet no engaña. Escogemos leernos el cuento como más nos conviene.
La Psicología de la Evolución dice que nos movemos por mera química, no sólo en el sexo a la hora de elegir pareja, de por vida o para un rato. FEROMONAS.
En un trabajo, por ejemplo, el individuo con mayor éxito es el que desprende más feromonas.
Y al revés en general, el que más feromonas desprende es el que más proyección de éxito posee en todos los ámbitos de su vida. Animales vestidos, mejor o peor motivados por olores básicamente.
Patricia antes de despedirse me comenta que llega siempre a la misma conclusión en cuanto a las relaciones: Nos gusta quien nos ignora; más que a un tonto un lápiz. Patricia es darwinista: cree que es incompatible compartir dogmas con Darwin, el amor y el cristianismo a la vez. Elige la teoría de la supervivencia. Le encantan las leonas.
Recibe un mensaje mientras hablamos. Se despide muy contenta...

Después, esa noche, escribe Patricia a mi teléfono móvil:
-Estoy cenando con D. Mucho mejor que en fotos. Me lo llevo puesto.
-En el Serengueti las leonas están en celo. Disfruta....- respondo.
En pocos meses Patricia está enamorada: es la mujer con más fe en el ser humano y la más romántica que conozco.
A pesar del Evolucionismo y la teoría del desarrollo de la pituitaria.

sábado, 11 de mayo de 2013

JUST ENJOY THE RIDE

Disfrutando del viaje Eva, y no el de novios, después de mi última comunicación y la salida de tono en forma de superhéroe quizá es una vil manera de empezar.
Como en la canción de Marlango, enjoy the ride....



La vida a veces te frena. Eso dice mi último gurú. Por algún motivo, por alguna necesidad. Consciente o inconsciente. Si te das cuenta perfecto, si no seguirás perdido en una isla de enfermedad, ansiedades, depresiones, frustraciones, quebraderos de cabeza....lo mismo que una oficina del Inem.

Por este motivo Puri y yo no entendemos el mundo, la mayoría de las veces (escribir de hecho es el acto más egoísta que jamás realicé: invento universos que me gustan, que son como yo quiero, evasión cien mililitros diarios, por prescripción facultativa).
Siguiendo con la analogía del jardín, Puri desconoce que la mayoría de la gente no riega el espíritu. -Mejor me compro un plasma de cincuenta pulgadas. Porque yo no soy tonto.... ¡Hay que joderse!
Mi gurú sabe mucho y me gustaría ir por la vida regalando trocitos de zen como hace él a su edad. Quizá esa es la clave de la felicidad. Generosidad con voz de ángel y dificultad para pronunciar las erres.
Mientras disfruto de mi estado anímico totalmente recuperado alguna vez pienso en el monstruo, en las cavernas y en mi cautiverio en aquel castillo de odio infranqueable.
Casi me siento culpable por haber perdido la culpa en el camino. Mi mente no es asaltada por recuerdos desagradables en estos días.

Es asombroso lo inteligentes que el cuerpo y la mente son. En concreto la memoria. Darwin estaría orgulloso del trabajo que ha hecho en estos meses mi memoria selectiva. Ha sido todo muy reciente, y parece que han pasado siglos, eso me maravilla: experiencia clasificada y archivada. En la carpeta negra, la que cada vez va siendo menos gruesa con el tiempo. Los psicólogos lo llaman resiliencia. Los taurinos: tener un par de huevos.

Cuando conseguí escapar de la mazmorra y adentrarme en el bosque, asediaban mis sueños las batallas con el monstruo. Las fuerzas eran escasas. Apenas comía, apenas dormía. Con ayuda de Einstein me deslicé por una curvatura espacio-tiempo hacia otro universo. No volveré a ver al monstruo que se come los sueños.

Y aquí estoy, disfrutando de un café en la terraza tomando el sol mientras te escribo. Contentándome con lo pequeñito que ofrece el mundo que me he creado ahora. Que me encanta, si no lo he dicho.
Meses Eva, mi psique se ha recuperado a una velocidad alarmante.
(Puri y yo teníamos que parar, para darnos cuenta de algo. Parece que lo estamos haciendo bien.)


Paso a paso, volviendo a caminar, despacio. Poniendo toda la atención.
Con mi personalidad lo lógico es que todo acabe en una etapa kafkiana y que me ahogue en la obsesión por la corrección de mi propio Proceso. Soy consciente querida. Sin pretensiones.

-¡Hola! Soy Elena.-rubia, ojos grandes, chocolate en la barbilla, manos sucias y restos de Mercromina en las rodillas.
-Hola Elena. ¿Cómo estás?. ¿Qué tal el colegio?- pregunté.
-Bien, estoy jugando con mi madre y mi hermana en los columpios.
La madre de Elena comprobó que no tengo rasgos de lo que la televisión dice que es un depravado infantil habitual y volvió la cabeza con tranquilidad hacia donde estaba su otra hija.

-¿Qué haces?
-Leo a Paul Auster, Elena.- dije mostrando mi ejemplar de ¿Para qué escribir?.
-No, en la vida. Maestra, profesora, policía (lo que hacen unas gafas de sol y un anuncio de Lays)- Elena sabía que tenía en las manos un libro. Echó atrás la cabeza mientras reía.
-Escribo.
-¿Qué escribes?. ¿Libros de mayores?
-Escribo en general. Tengo cosas que contar. Escribo....cuentos. Cuentos para adultos.
Elena se desternillaba de la risa.
-Los adultos no leen cuentos.- el "tonta"  lo dijo con la picardía de su mirada. Elena estaba bien educada. De repente la sonrisa abandonó su cara, y la duda habló por boca de Elena:
-¿Por qué los adultos no leen cuentos?
Preguntas para plantearse la maternidad. Me parece ridículo filosofar con un niño. Olvido siempre que son muy listos. Adultos intactos en potencia.
-Algunos pierden los sueños al hacerse mayores. Y dejan de creer en los cuentos.
Elena pareció entender el entrelineado a la perfección.

-¡Deja de molestar, Elena!. La señora está leyendo.- interrumpió su madre llevándosela del brazo. Reunió a sus dos hijas, sus mochilas, muñecas, zapatillas sin dueña en el banco que usó a modo de trinchera, organizó el pelotón y desfilaron rumbo a casa.
Bajé la mirada intentando retomar la concentración en Auster.
Escuché a Elena gritar:
- ¡¡¡Yo sueño todas las noches!!!!!!
Sonriendo le dije adiós a Elena con la mano mientras volvía al libro aconsejándole al cuello de mi camisa:
-No dejes de hacerlo por el día..... Serás plenamente feliz.
Levanté la cabeza al segundo en un acto reflejo y allí estaba Elena guiñándome uno de sus avispados ojitos.






viernes, 10 de mayo de 2013

NOS CASAMOS

Como lo oyes. En una semana. Ha ido todo muy rápido.
Desde que nos conocimos, nos hemos visto poco pero es tan guapo....Sé que estarás riendo. Cuando leas el resto de la carta, entenderás...Es maravilloso...
Jerry nos organizó un encuentro en el Retiro el domingo pasado. Mi cita acababa de romper con una periodista mediocre , medio anoréxica y con voz de pito. Una tal Luisa. Desilusionada después del último año, paseé sin ganas hacia la dirección acordada sin hambre de traumas de exnovias.






Llegué diez minutos tarde y allí estaba él , Clarence:  de apariencia enérgica y viril, alto, moreno, se había quitado las gafas esa tarde (en la foto que Jerry me enseñó tenía gafas). Su atractivo vencía cualquier estilismo.
Cuando me excusé por la tardanza Clarence me sonrió a modo de respuesta, y no habría hecho falta decir nada más. Soy ferviente sierva de esa sonrisa desde ese instante.
Paseamos por los jardines. El clima acompañaba. Clarence, le llaman Clark es noble, elegante, distinguido y algo tímido al principio; habló de su trabajo en el taller mecánico, y de algunas horas que hacía para la comunidad. Me confesó en petit comité que es voluntario en una ONG internacional. (Guiñó el ojo un par de veces).
La fachada me impresionó tantísimo que me importaba un bledo el material: hojalata o mármol de Macael. Me enamoré.
Su personalidad es el cocktail perfecto: parece dinámico, emprendedor, decidido. Tierno, tímido pero tajante cuando ha de serlo. Algo vanidoso pero se preocupa por los demás.
Acaba de llamar diciendo que ha llegado tarde al taller porque casi atropellan a una anciana en la Gran Vía. Es una pasada, sale ileso siempre. Soñador, ingenuo y decidido. A veces desorganizado. A veces orgulloso. Una mezcla explosiva y atrayente.
Mucho.
Clark, es americano. Nació en Cleveland, Ohio.
Nos mudamos allí el próximo mes. Smallville, donde tiene familia, me gusta, pero sólo para ir de vacaciones unos días.
He conseguido un trabajo como terapeuta y redactaré de manera freelance para algún que otro cliente. Clark, es propietario de un taller de motos allí.
Durante el día casi no nos vemos, pero la calidad de nuestro tiempo es increíble. Cada segundo.
Sabe que necesito mi espacio y como parece tener superintuición, casi nunca se equivoca.
No hablamos de su trabajo: en ocasiones desaparece porque está de guardia, pero siempre llega a tiempo para darme el beso de buenas noches. Es un superhombre.
Yo tampoco le hablo de mis pacientes, sus fobias y sus tratamientos. Moriría por detonación neuronal.
Cuando el trabajo me agobia demasiado Clark me lleva a dar una vuelta por el Empire State Building, al observatorio del piso 102: admiro las vistas, inspiro, espiro y se instala la calma en mi organismo. Prefiero ver Madrid (o La Vera) desde el cielo pero el pobre Clark echa de menos sus raíces, se pone nostálgico y me lleva a América. Todo esto en sentido figurado, yo cierro los ojos y él me coge en sus brazos, como si volásemos de verdad, y ¡santo el cielo!. Respiro hondo. El otro día abrí los ojos, llegué a tal nivel de relajación que incluso creí estar en el edificio mencionado. ¡Adoro a este hombre!
Y en el plano sexual: ¿te he mencionado ya que parece tener superpoderes? Qué exagerada soy. Al menos yo tengo mi ración de superorgasmos.
Clark tiene el don de aparecer cuando debe. No replico las pocas veces que no está cuando lo necesito. Eso le gusta. Parece tener el oído aguzado, susurro: -boy scout, necesito un cariñito-. y en un segundo está a mi lado. Sin llamar ni nada. ¡¡¡Pura intuición este hombre!!! La maravilla de la metrópoli.
Estoy muy contenta Eva. Será una ceremonia íntima, austera. Ve preparando la maleta. Te envío un mail con todos los datos de vuestro hotel.
Anoche estuvimos con sus amigos ultimando los detalles del banquete en el Caperucita´s.
Caperucita, que tiene un bareto en Malasaña donde organiza conciertos de rock los jueves, montó el negocio con la herencia que le dejó su abuela al fallecer. Prosperó y creó después la empresa de catering.
Como es costumbre acudieron tarde Blancanieves y el Príncipe Azul. Había oído que él es tonto del culo y no se equivocaban las malas lenguas. Blanca, es un poquito bipolar. Tuvieron una hija con trastorno de la atención por hiperactividad. y se pasan la vida de psicólogo en psicólogo. En una de las excursiones al baño me dijo que está harta, que pedirá el divorcio cuando la niña acabe el último de los tratamientos. Se está tirando al Leñador y se escaparán a Santander.
La Madrastra es la que parecía más simpática. Es la gerente de un club de golf, bisexual y fiel amante de la lectura, colecciona adoradores y vive por y para la frivolidad. No parece tener problemas ni remordimientos.
Y Batman y Robin, a estos los conozco más, no pararon de bailar y sobarse en toda la noche. Parecía que se iban a casar ellos. Estaban eufóricos. O puestos de algo.
En Gotham no está permitido todavía el matrimonio homosexual. Estamos recogiendo firmas.
De las alianzas se encarga Garfio, es un borracho y un vividor pero tiene mucho arte. Tendremos que estar pendientes de mandarle la ubicación de la ceremonia por GPS una semana antes. Pierde la ganzúa por cualquier rubia. Anoche le intentamos advertir pero ya estaba colocado y ligando con una de las camareras.

Dada la importancia de la decisión que he tomado, me sorprende no estar nerviosa.

Este hombre me hace la vida cómoda.
Somos muy felices.
Puri se ha mudado a Los Ángeles. Nos vemos el mes que viene a mitad de camino, en Kansas, porque no puede asistir. Expone este mes en el MOCA.


¿Qué? No me crees. Sabes que es todo una mentira inventada porque dicen los profesores que escriba, escriba y escriba. Que sería demasiado obvio no ver a Superman y a los demás personajes. Que si ayer había un uniforme perdido por el mundo de repente no puede llevarte nadie a la luna volando. Que ya sabías lo de Batman y Robin...que ni superoído ni hostias, y que yo soy más de antihéroes.


Pues amiga mía, el mismísimo Superman después del día que he tenido ha vuelto a mi vida para alegrarla.

Y aparece justo en el momento perfecto...
(Según las técnicas narrativas debo acabar el capítulo aquí y hablarte en otro momento de Román, que decide volver después de cuatro años. Esta misma tarde....)

miércoles, 8 de mayo de 2013

UN UNIFORME Y MIS MANÍAS

Llevo varios días de ajetreo total. Acabo de llegar del dentista. Antonio lo está haciendo muy bien. Es un valiente.
Goyo y nuestras sesiones de cafés, charlas y alguna que otra ginebra pasan a ser ingredientes usuales en la ensalada de mi vida. Es una nueva costumbre culinaria que me gusta. Salvo por lo jodido de la situación.
De momento hemos aprendido que la vida es como es, que podría ser peor y que debemos quejarnos menos. Dice que le he hecho ver la vida "más Allen" y que después del Sombrero de Tres Picos, está enganchado al blog. Goyo sabe qué cosas decir y cómo decirlas. Es filosofía, nivel experto.
Goyo lo desconoce, pero él es quien realmente me alecciona.
Ayer fuimos a por libros. Goyo me cuenta que ha descubierto que Sexo en Nueva York es una peli que deben ver todos los tíos para entender un poco más la psicología femenina. Y vuelvo a pensar en por qué no nos entendemos hombres y mujeres.
A Goyo le he contado más que a ti amiga, pero tengo tres, cuatro fotografías en la cabeza, que debo subirte aquí y así goces del panorama más desconcertante de la pasada semana:

Siete de la tarde. Un miércoles, jueves cualquiera, me cito con Uniforme no sé muy bien por qué (quizá falta de asertividad), cerca de mi casa, en mi barrio, que no le conozco de nada le digo y siempre podría gritarle a mi quiosquero que estoy en peligro. Ya voy dando pistas de mi humor bílico, que parece entender en principio.
En un par de conversaciones telefónicas previas se vislumbra el buen rollito. Al menos por mi parte, no sé si Uniforme interpretó las señales de manera errónea y vió sexo fácil escrito en algún sitio.
Las instrucciones fueron claras: "Aparca por el bar en cuestión. Tomamos algo y si nos encontramos cómodos nos movemos a otro sitio."
Siete menos veinticinco: estaba con Goyo en la ahora, terraza habitual. No me apetecía irme, pero había dado mi palabra. Fui a casa corriendo para no ir vestida casi en chándal al encuentro y mostrar un poco de respeto.
Siete menos diez. Estoy pidiendo un café. Veo a Uniforme entrar y salir sin saber que era él: un tipo demasiado vestido para la ocasión, algo bajo de estatura al que le sobran dos litros de perfume...Pensé: éste no puede ser.
Disfruto diez minutos, quince, del último libro que estoy leyendo: Caín, de Saramago. Un ejemplar de bolsillo con la cubierta teñida de amarillo chillón junto a un café con leche, cargadito, que tuve que sorber apresuradamente.
Insistí: "tomamos algo allí y ya vemos, aparca en la calle tal".
Siete y pocos minutos, (resucité el móvil que a la hora del encuentro dijo que se moría y se murió), recibo su llamada para ver dónde estoy. (Viéndolo todo desde aquí-pensé). Uniforme hacía aspavientos mientras hablaba por teléfono. Extraversión, quizá un caracter impulsivo.... pensamientos que luego pude confirmar con la forma en la que me dió dos besos. Una vez recuperé una de las mejillas, me condujo hacia su carroza deportiva no sin antes escanearme sin disimulo de arriba a abajo una docena de veces.
- Sí, estoy entera. Dos piernas, dos brazos, dos ojos.- dije, ¿dónde vamos?
Me dijo que las fotos no me hacen justicia, de una manera demasiado entusiasta.

Parece que Uniforme no entendió las directrices y allí estaba su BMW o VNB, no entiendo de coches, un modelo deportivo, haciéndole burla a la austeridad y a mi indicación de aparcar por la zona.
Uniforme me presentó a su carromato. Encantada. No impresionada.
Me impacta más que habiendo metido mi libro en el bolso, con ese color, sólo diga: ¡un libro! sin interesarse si quiera por el autor. Manías, supongo.
Yo sólo pensaba en Saramago llorando, y le susurraba: Tranquilo José, yo sé que este libro no tiene nombres propios escritos con mayúsculas. Si merece la pena, se lo diré a Uniforme.

En la gran ciudad a esa hora por el centro, sólo puedes merendar atascos si pretendes encontrar de paseo en coche, algún sitio donde tomar algo. Sin rumbo a ningún lugar e invadiendo cada vez más círculos de aproximación, Uniforme preguntó hasta la extenuación que a dónde íbamos: Dos cosas:

  1. Huele a incapacidad de toma de decisiones que tira pa´trás. ¿El sitio donde te dije que aparcaras?
  2. Cuando la compañía es grata, el escenario da igual. Científicamente testado: he desayunado a horas tempranas en auténticas tabernas de mala muerte que me han parecido el Ritz porque mojaba las tostadas en los ojos de algún músico crápula.Y he compartido por obligación mesa en el restaurante del Wellington con señores de corbatas importantes teniendo la sensación de estar en el mayor de los prostíbulos.
La sugerencia "aquí mismo" la hice unas trescientas veces y Uniforme seguía mostrándome sus dotes para la conducción. Igual es que Uniforme es duro de oído. Igual es que le suda los cojones lo que estoy diciendo....Resultó ser luego una mezcla de ambas.

Encontramos por fín sitio para la carroza de Uniforme.
Uniforme insistía en cerrar ya otra cita para la semana que viene. .¿Ya, nada más aparcar la carroza?. Despejé el balón como pude. Puso una cara de sorpresa funesta cuando encendí el primero de los cigarrillos (-nadie es perfecto- le respondí a su:-¡Vaya, fumas!!¡¡??). Seguimos andando mientras yo me veía obligada a explicar a un desconocido mis nuevos planes de vida. (¿Por qué? Soy demasiado tímida para hacer esto. Sonrisa de idiota en la cara. Parezco gilipollas). Conté menos del principio y desvié la conversación.
Continuaba el paseo hacia ninguna parte.

Leo "extremeño" en la pared de un bar. Con la excusa de la tierra voy directa a sentarme fuera. Para fumar, adivina luego Uniforme. Para sentarme y para mear que llevamos diez años paseando- pensé). Estaríamos todavía dando vueltas de no ser por ese oasis de metal.
Uniforme dedicó bastante tiempo a intentar venderme su producto creo que es comercial: él, sus pocas ganas de compromiso y su vida cómoda y sin metas ya. Comprobó un par de veces no sé con qué fin la forma de mis rótulas.Yo, apartaba la pierna, mientras le decía con la mirada: me estás jodiendo los círculos de confianza...Todos....Se me acaban...Dejó mis rótulas en paz durante el resto del encuentro.
En un indicio de lo que parecía ser estar fijando toda mi atención en su diálogo, sólo observaba: -Se ha cortado el pelo. Tiene restos de pelo en las orejas. ¿Alevosa premeditación capilar con algún fin? Mejor que vengas con greñas y me cuentes qué pelicula viste en el cine el mes pasado.
Sin embargo me dijo que era perfecto, maravilloso, ... una joya. Y que quiere engarzar otra joya a su lado, pero que no me asustara, que sin compromiso. Yo sólo podía sonreir, por las contradicciones y porque cuando intentaba aclarar algo, Uniforme me interrumpía para narrarme más y más virtudes que no recuerdo.
Hablamos algo de política dada la situación del país con la segunda cerveza. -Invito yo,-dije,- así no tengo que volver a quedar contigo.- quien me conoce sabe que es mi humorismo. Cualquiera que no me conozca sabe que en toda broma siempre hay algo de verdad.
Como te digo hablamos de política, intenté defender lo contrario de lo que Uniforme pensaba pero acabó dándome la razón. No le apetecía jugar a intercambiar, a defender ideas. Esa tarde le valían las mías. Las de cualquiera que hubiera estado allí sentada.
Dejamos el extremeño envasado al vacío ni ibéricos ni nada. Allí Uniforme había manifestado estar hambriento. ( Cenar lo considero un acto íntimo. Con mi familia, mis amigos, o parejas. Picotear es otra cosa. Más manías).
Uniforme se pone la supercapa y es capaz de correr 200 kms. todos los días, hacer dos millones de abdominales en dos minutos y siempre debe tener hambre. Uniforme de vez en cuando sube montañas. Creo que malinterpretó lo de"la montaña me gusta". Para dar un paseo, para estar un rato, incluso para vivir con mi huerto y mi wifi, pero no para escalarlas.
Me obsequió también con alguna que otra mirada escrutadora al fumarme cuatro o cinco cigarros más. Y me recorrió un escalofrío. Sentí una observación inquisidora de mis actos futuros en el cogote a modo de visión.
Tomamos otra en un bar cercano al que me dirigí como una loca a toda prisa. No iba a dar cabida a la duda en esta ocasión. Subimos la media de edad del garito. Y aquí amiga mia sucedió algo extraño:
Contar antes, que como Uniforme es un chico sano con dos cervezas ya estaba casi al borde del coma etilíco.
A los pocos minutos Uniforme coge mi mano izquierda se la acerca al rostro y....la huele!!!!!!!. No sé si me perdí parte del chiste pero se moría de la risa mientras decía: ¿pensabas que te la iba a besar a que sí ?
Me parece tío incluso más ofensivo el acto olfativo que la cursilería del besito. Sigo sin entender la broma a día de hoy.
Como Uniforme estaba medio pedo, decía algo de besarme pero yo contestaba que soy un gran cactus con unas espinas muy muy grandes. Decía que temía mi reacción.Yo respondía a lo Jessica Rabbit: "Simplemente me han dibujado así". Y "ya vengo besada de casa". Manías.
Salimos del bar y me guardé la máquina etiquetadora en el bolso: " Amigo si me hablas de algo interesante en la siguiente media hora" fue lo que marqué en la maquinita en cuestión.
Uniforme insistía en cenar en el restaurante de enfrente. Sugerí un gin tonic, pero dado que mi idea le pareció mejor que la suya, mi conversación me dijo: No. No es Goyo. Ni Eva. Ni tu padre. Va a ser el gin tonic más aburrido de toda tu vida. Y la ginebra te pone insolente. Mejor no.
Mi estómago se unió a la propuesta inicial. Y la duda nos acompañó casi hasta tomar asiento en el comedor. Decidimos cenar entonces.
Sentados en una estrecha mesa para dos con una velita en medio, el ambiente de luz tenue rojiza, el efecto de neón incómodo, de romanticismo de todo a cien, me estaba poniendo nerviosa y Uniforme estaba empeñado en pedir vino. Mi irritación estuvo a punto de pedir un cubierto. Pero nos dejamos llevar por el zumo de uva. Manías.
Uniforme me contó algo más a cerca de él, yo me limitaba a escuchar. Para ser sincera, pensaba en el de Segovia y el mensaje de "vete a la mierda" enviado horas antes que seguía sin leer.
Los bostezos nos trajeron el postre. Expuso mi partenaire algún trauma familiar, y siguió con su argumento de venta del  pack " vida tranquila y resuelta "que incluye: chalet, piscina y perros; porque tiene mucho tiempo, mucho amor que dar, y dos equipos de escalada supongo. Aunque "no quiere nada". No sé entre qué lineas ha leído que yo sí.
Soy una cliente difícil, la publicidad no me manipula. Y querido, el amor me huele a Zotal. De eso ya tengo, no necesito gracias. Y la contradicción es el preludio de la mentira. Y....(sucesión de íes griegas)....

En el trayecto de vuelta a casa tampoco dijimos mucho más. Se equivocó de dirección y algún por tu culpa intuí mientras yo repetía que el sentido correcto era el otro.-Avísame cuando dejes el coche. Ha sido un placer, muchas gracias y todo eso.-
Dos castos besos, y a mi camita, a rumiar la noche. Manías.

Esto fue lo que pasó Eva, mi versión. Lo más objetiva posible a pesar del narrador.
Goyo tampoco lo entiende.
Mi cerebro pensaba en lo que Uniforme per se no decia:
Un Uniforme que repite que es feliz, que le va de lujo, pero no para de insinuar que la vida te cambia a su lado.Y además" no flipes, no quiero nada". Pero me aburro y ahora quiero una mujer, que no las venden en Leroy Merlin.
No fumes. Sube mil metros más. Vamos que es domingo. Qué haces en la cama todavía. Me aburro y voy a interrumpirte el estudio esta tarde,....

Uniforme me repetía "quiero que estés cómoda." Mis neuronas ordenaron a mi boca que no dijese: Estoy de lujo. No he pillado ni un gramo de nerviosismo para esta fiesta. No me intimidas una mierda. Mi boca no dijo nada. Manías.

Dos llamadas y varios mensajes sin responder después, todavía no le he dicho lo que escuchará en la próxima entrevista: que soy un desastre, que necesito la dosis justa de cariño, que yo me quiero mucho y el amor que me interesa no es el de vivir juntos y copular, que sólo busco conversación inteligente, que fumo por dos, que los hombres que no saben gestionar su tiempo libre me dan pavor, porque normalmente lo que hacen es absorber el tiempo libre de otros.
No le he explicado lo que es la escucha. Esto no lo haré. Tampoco le hablaré de Saramago. Ni de Azul. No me gustan lo errores del entendimiento.
Le explicaré que si vas de alérgico al compromiso, preguntar si quiero tener hijos es un gran error. Puede que le estés preguntando a una alérgica de verdad, de las de vacuna en marzo.
Y que yo estoy ahora muy bien como para ponerme unos pies de gato todos los domingos. Prefiero ir al Rastro en zapatillas y después de cañas a Lavapiés con Hanna, y que me hable del Atleti y de sus últimas conquistas involuntarias. Y de cómo le despertaba ella el día de su cumpleaños. Y de mi sobrino postizo. Manías.









martes, 7 de mayo de 2013

LA SALIDA

" Tres y doce de la madrugada. La habitación está a oscuras. La única luz emana de la pantalla del portátil. Cantidades ingentes de nicotina y agua (hace años el líquido elemento era amarillo) llevan a su cuerpo al estado de relajación que ella busca.
Con heridas en la piel abiertas y el humor suficientes para llenar de contenido las películas que Woody Allen filma en un año, intenta buscar las palabras que algún ladrón le robó.
Cada madrugada.
Con los dedos rotos, las yemas sangran al reescribir la historia.
De mayor quiere ser escritora, siempre lo tuvo claro. Desde que mentía a los quiosqueros para sacar el doble de paga un domingo.
De niña quiere ser mayor para explicarle a su madre dónde está la salida. Ella de momento se esconde en su habitación. Cuando cierra su puerta, la habitación rosa poco a poco se transforma en un bosque verde. Y no escucha gritos, excusas, cristales rotos, llantos agónicos. Sólo pájaros, el viento y la naturaleza.
Pero sabe que existe todo eso ahí fuera. Evita abrir la puerta no vaya a ser que el verde bosque se le escape como aquel periquito azul. "
-Esto es una porquería- piensa mientras borra el párrafo dejando la pantalla en blanco....


Tiene 52 años.- y todavía no he publicado ningún libro- es su frase preferida cuando quiere flagelarse.
Escribe para varias revistas digitales y da conferencias sobre su especialidad: La Terapia Racional Emotivo Conductual aplicada a la prevención de depresiones en adolescentes.
Apenas sonríe desde que le abandonó el publicista que adoraba al escritor esquizofrénico argentino, hace año y medio.
Toma mucho café y fuma como una colonia de indios eternamente peleados. Vive en un pequeño ático en el centro de la ciudad. Devora libros. Consume comida ecológica y es adicta al sol y al pilates.
Investiga dos veces por semana en la universidad. Los jueves queda con Eva para tomar gin tonics e intercambiar impresiones sobre sus semanas.
Así durante los últimos quince años.
Es feliz asumiendo que se dedica a lo que más le gusta, su especialidad médica, pero ella de mayor quiere ser escritora. Para volver al bosque y no escuchar mentiras y justificaciones absurdas. Para abrir  la ventana todos los anocheceres y salir a volar después de cenar, media horita: lo recomiendan todos los facultativos en el País de Nunca Jamás.

Duerme mal desde que él le escribió un email hace un mes diciendo que necesitaba verla. ¡Qué cutre! Ni siquiera una llamada.
Se repite el vals nocturno del último mes: Todas las noches se despierta. Mira el reloj. Va a la cocina a beber agua. Vuelve a la cama. Todo está tranquilo y eso la intranquiliza. El desasosiego le obliga a levantarse de nuevo.
Sentada frente al ordenador, intenta por enésima vez esa noche escribir algo bueno. Que revolucione al público. Un best seller- sus publicaciones médicas, infinitas, no las cuenta como literatura-.
Enciende otro cigarrillo esperando que la inspiración llame a su puerta y traiga algo de sushi y una botella de champán rosado.
-La muy zorra debe estar pasando la noche con algún cantautor joven de pelo negro y barba de tres días- sonríe para sí, pensando que ella antes desaparecía con músicos y le vienen a la memoria aquellas noches llenas de sexo, guitarras y promesas hechas estribillo.
Recuerda que el publicista toca la guitarra.
Le hace un hueco a la melancolía en su escritorio.
La resignación le vence y vuelve a meterse en la cama.

Sale a la mañana siguiente de su casa camino del trabajo. En el coche siente otra vez esa extraña sensación. Espera en el semáforo y percibe algo raro en el conductor del vehículo de detrás. No puede ver bien, parece un coche pilotado por una enorme masa negra.
Pasa el semáforo en rojo, acelera y su acompañante hace lo mismo. Le pisa los talones. Lo tiene muy cerca. Puede ver lo que parece....dios, una coma, un signo de interrogación, un par de heterónimos, los verbos comodín, la maldita polisemia....?¿ ,!"·
No entiende nada.
Pisa el freno para reducir  y tomar la siguiente curva y así evitar el camino hacia el acantilado en la carretera de sentido único. Un momento. No puede frenar. Desesperada pisa el pedal de freno que no responde, y puede ver a toda velocidad el cartel de "No pasar". Grita. Suelta el volante. El corazón le va a mil. Cierra los ojos.

El teléfono móvil vibra. Eva está llamando. Responde al teléfono todavía atontada :
-Dormilona, a la ducha. En media hora te paso a buscar. Hoy nos reunimos a las doce por lo de tu libro, ¿recuerdas?. Me llamó ayer el elfo (Eva no soportaba al ex de su amiga), seguramente vaya esta noche a la presentación de Lorenzo Silva. ¡Qué cretino!
-¿Qué? ....- ella iba rumbo a la universidad, no entiendía nada, ....
-La pesadilla otra vez....¿Qué necesitas para acabar con la autoexigencia? ¿Un cirujano?. Arréglate que salgo para tu casa en cinco minutos. Muá, muá.

Se dirige al cuarto de baño pensando qué ponerse, sobre todo para la presentación de esa noche. -Hace un año que no se ven. Regaña consigo misma y le da un toque de atención a su amor propio. Toda la vida luchando contra su miedo al compromiso. Hoy admite que le quiere y contra eso no puede hacer nada.-
Con el agua caliente cayéndole por el cuerpo toma conciencia de su materia y de su espíritu. Y sonríe porque le da igual ser correspondida en el amor:  Es una de las finalistas del premio Planeta.

Más tarde, esa noche, enfundada en su mejor vestido de gala rojo charla de espaldas a la multitud con un viejo amigo abogado y, con Eva y el marido de ésta.
Le agradece a la vida el aprovisionamiento de alcohol sin el que la fiesta sería un auténtico coñazo.
De repente, reconoce esa dulce voz que todavía hace que ardan sus entrañas:
-Vaya, la finalista.....-.
Sonríe y se gira sabiendo que va a encontrarse con esos ojos en los que hacía submarinismo en otra vida.
-Ganadora cretino. Tu misoginia te impedía encontrar literatura femenina pasable a tu alrededor, y mira por donde, compartía cama contigo.
-El libro es estupendo, de verdad. Y esta velada un fastidio. Vámonos de aquí.
A pesar de los gritos de advertencia de su orgullo, su autoestima y su seguridad , ella no escucha nada porque ya está bañándose en los ojos de él.
Abandonó la fiesta del brazo de su amado, con la cara iluminada por la sonrisa que hace más de un año había perdido.

Él volvió a cantar después de hacerle el amor en un hotel. Ella cerró los ojos y disfrutó de su canción sabiendo que todo en la vida es efímero.


La salida no consiguió ganar el primer premio. Ella vive en la playa escribiendo libros y ayudando a otros a superar bloqueos vitales. Del elfo nada se volvió a saber en mucho tiempo.
Ella se compró un periquito y lo llamó Légolas.








lunes, 6 de mayo de 2013

DOS ROMBOS



Houston. Tenemos un problema.
Buceaba entre los apuntes y los libros que debo zamparme en las siguientes semanas (probablemente tarde en escribir de nuevo, a no ser que ocurra algún acontecimiento importarte),y recopilando información sobre el maravilloso arte de la escritura. (Viene la ansiedad por la falta de preparación e ideas antes de tiempo). Se nos olvida un detalle importante.
He pasado media vida entre abogados, esos bichos me enseñaron que hay que ser precavido. Hemos de decidir pues la calificación de esta avalancha de cartas que se nos ha ido de las manos, para no dañar susceptibilidades ajenas. ¡¡Con lo que nos importa a nosotros lo ajeno!!!

Mi entorno entiende el juego perfectamente,es más, le encanta,y la mayoría de los zombis del reducto de mundo que dejó América en el 2045, no asomará por aquí ni por equivocación.
Hablo de quienes ya sabes, de los eslabones perdidos, ese resto que no entenderá nada, esos adictos a lo raro que igual ponen querellas a diestro y siniestro que te hacen una bufanda de hilo grueso. Vete tú a saber.
Precisamente es tarea conjunta porque esto es tuyo:
Hablaremos de la vida en general pero nos veremos obligadas a hacer un par de puntualizaciones.
Puesto que mi estilo es visual, gráfico, tendremos que elaborar un cartel grande en el que ponga algo así como :

¡ADVERTENCIA: ESTAS IMÁGENES PUEDEN HERIR LA SENSIBILIDAD DE ALGUNAS PERSONAS!
Nos quitamos de encima a los de moralina con patas, los encandalizados crónicos y tontos del culo en general de un plumazo.
Hablaremos de amor, sobre todo, aunque haya necios que no entiendan que el amor es desamor también. Y que se puede vivir con todo a las espaldas de una manera tranquila, sin amargura.
El dolor cada vez se hace más fino con los años amiga.
De sexo, por supuesto, inteligible sin amor pero perfectamente concebido para fusionarse con él.
De verdades, de mentiras, de injusticias, de perfidia, de envidias, de otros mundos que existen, de mundos que nunca han existido. De los que queremos que existan.
Hablaremos de sentimientos, de emociones, de esperanzas, de miedos. De cielos despejados y tormentas estrepitosas....
Hablaremos de distancia, de recuerdos, de penas, de alegrías, avisaremos al personal de nuestro sentido del humor. Y todo bañado en aguas surrealistas, porque todo es una broma desde que fumábamos a escondidas en aquel portal cerca del colegio.
No apto para amargados, desagradables, y tristes. Somos tolerantes, Deje aquí su comentario ya está puesto Eva, y por el mismo motivo toleraremos a los intransigentes, fanáticos y demás tercos. Hasta cierto punto. No pisar el respeto con zapatillas.
Si todo esto le ha impactado, por favor no siga leyendo tendrá que figurar por algún lado.
Hablaremos de ti y de mí así que lo podemos calificar como Apto para mirones sin intenciones perversas.
Hablaremos de historias de otros que puedan enseñarnos un poco. No apto para cuadriculados e inflexibles. y gente que cree que ya lo sabe todo.
Hablaremos de posibles e imposibles. Los de mente estrecha jamás nos entenderán. Y esas pueden ser las mentes que alarmen a las autoridades. Si eso sucede, llama a Iván. Él siempre sabe qué hacer en esos casos.

Mi exposición es consciente. Son opiniones y nada más, alguna tan hipócrita que mientras nos destroza intentará coincidir en la forma con nefasto resultado.
Me importan tus juicios, los de alguno más. Os podría contar con los dedos amputados de la mano de un veterano de la guerra de Vietnam.
Sabes que desde bien pequeña me ha importunado poco lo de las impresiones inferidas, erróneas o acertadas. Que no he tenido ningún remordimiento por ser tan deslenguada y estar siempre a gusto con mi otro yo, mi álter ego y toda esta gente que algún domingo se monta una barbacoa en mi cerebro. Porque ser completo es ser muchos, es lo que los zombis no saben y por eso van así por la vida: desayunando lo mismo a las siete menos cuarto de la mañana, con vidas vacías y trabajos de zombis, que no quieren ni saben cambiar, zombis conformistas, inexistentes en los mundos que conforman mi vida. Si eres un zombi no leas esto.
Habrá tetas, culos, macarras, chulas, príncipes, informáticos, misóginos, feminazis y demás depravados, músicos, jueces, secretarias, porteros de finca, jardineros, policías, amas de casa, ejecutivos, monstruos de los que hay que matar con espada, escritoras, de las de verdad, sobrinos que no volví a ver, gente que entra, gente que no quiere salir, música, mucha acción y mucha sátira. Como la vida misma.

Creo querida que hay fumata blanca. Clasificación: dos rombos.

domingo, 5 de mayo de 2013

QUERIDA EVA

No te he contado mucho en el último email. Sé que estás en el tajo.
Cuán agradecida le estoy a los dioses por esa compra compulsiva que hiciste en el sitio donde trabajaba y ponerte ante mí de nuevo.
Resulta increíble lo de conocer y reconocer a una buena persona en estos tiempos porque desde hace siglos están en peligro de extinción. Como el lince ibérico.
Y está en mi lista de personas importantes.

Hace días que no te cuento y la necesidad apremia:

Recibo buenas críticas, desenredando las sobadas de lomo (que diría Puri) del todo , las visitas no paran de subir, Antonio que jamás se interesa por un libro que no tenga dibujos habla de publicar, ayer me dijeron que hablo de manera muy gráfica y mi espectro autista detectó la intención de halago en la persona que lo decía. (yo pensaba, -sí ,también tiro de acuarela de vez en cuando. Hablamos de lenguaje, oral o escrito, señora ).
Además cuando me preguntan a qué me dedico, tengo los santos bemoles de responder que escribo cuentos. Así, sin anestesia. O ilustro cuentos, como prefieran. Podrás imaginarte querida amiga que en el momento de abrazarme a  Morfeo todas las noches mi almohada y yo alucinamos como Almodóvar y Mc Namara en sus mejores años por Madrid jugando a las tinieblas. No me llames iluso porque tenga una ilusión.
No obstante, al mismo tiempo, tengo la sensación de estar cometiendo un crimen.


La crítica desfavorable como sabrás, también existe. Más anónima que la aprobatoria, bravura en la intimidad.... Pero tú y yo sabemos que tengo un punto excéntrico y provocador que se alimenta sólo de eso.
Aneuronales hay en todos lados.
- No es biografía , deficientes, es ficción que para que lo sea tiene que ser, haber sido realidad.
Es también imaginación aunque en Telecinco a estos inframentales tampoco les van a explicar lo que es eso. Es necesidad. Es gratis y no le hago daño a nadie. Mi causticidad se alimenta de esos cerebros así que nunca viene mal un empacho. Y en mis cuentos conservarán sus nombres porque aquí si se te menciona por tu nombre es que no eres nadie. Es mi mundo y en mi cortijo, mis leyes.

De lo irrelevante a lo importante:
Mi última preocupación es la tristeza de Goyo:
No me gusta que no sonría. Por egoísmo. Porque mi fotosíntesis depende de la risa de los míos.
A Goyo le ha dejado su novia, de esas de toda la vida. Y últimamente nos vemos con frecuencia. Siempre es una delicia estar con él. Nunca te conté mucho de Goyo. Quizá porque esto prueba una vez más que en la vida no se tiene lo que uno quiere. Y soy la esposa de Peter Pan  y eso es algo que nunca me ha gustado ver.
Goyo es la sonrisa honesta. Es listo, rápido, atento, culto,tiene un sentido del humor de gourmet, es amigo de sus amigos. Posee muchas de las inteligencias aunque "es como todo" que le diría a él.....
Goyo antepone a los demás a sí mismo. Se atiende en el último turno.
Y eso no siempre es bueno.
Goyo es el señor que toda mujer quiere tener al lado (se le caen las tías de los bolsillos del pantalón y no se da cuenta) pero él  quiere sólo estar al lado de una. De la misma. Porque Goyo es fiel, es leal, es una característica importante de su personalidad. Un gustazo rodearse de gente así.
Por motivos laborales nos conocimos.Trabajar con Goyo, Aroa y Maggie  fue como pasar unas vacaciones en Ibiza. Desde entonces somos amigos.

Goyo se merece a la mujer que él quiera. Pero ahora ella está indecisa. Si todo fuera justo ya estaría condenada a muerte por miopía amorosa .Totalmente culpable. Sin apelación. Una hostia en la cara con toda la jurisprudencia afectiva. Y él no quiere más que cumplir condena con ella. Qué simpatía derrocha la vida a veces....
Tengo que encontrar una superheroína de tetas y caderas grandes para Goyo. Miraré luego en la agenda...

En época de crisis personales, necesitamos vernos. Así que es lo único positivo de pasarlo mal: que nos descojonamos.
Goyo te caería muy bien Eva. Sois bastante parecidos.

Me dices que te pierdes e intento hacerte bien el croquis, la leyenda del mapa la recibirás en privado.
Hablando de mapas, barcos y tesoros. Creo que mi próxima historia será de piratas de los de ahora, de los que llevan iphone, toman ron en copa de balón e intentan emborracharte para meterte el gafio y levar el ancla a toda prisa.
O de bomberos con carrozas enormes para impresionar a mujeres florero que no saben que una le da a lo de la psicología y al estudio de las caras y la suya me dice que debe estar lejos de la mía. Lo de mi especialidad no tiene nada que ver con la perspicacia innata de mujer. Cualquiera con medio cerebro funcionando se daría cuenta.

Vuelvo a darte las gracias amiga mía por haber provocado esta bulimia creativa. Al fin y al cabo, eso es querer y que te quieran, he sido muy mala y muy buena también. Y el mundo me regala un hada madrina (ni merezco ni quiero otra) que eres tú. Que a partir de ahora tendrá que aguantar la que viene encima cuando mis próximas agonías mentales tengan que ver con mi última obsesión que empieza a ser pasión y trabajo.
Ahora que no recuerdo los colores porque he cambiado de universo.
Ahora que la ginebra se convierte en segoviano.
Ahora que Alicia sale del cuento para imaginar otros bosques, otras reinas de corazones, otros sombrereros locos y deshacerse de la ansiedad del "-Cómeme" y del "-Bébeme".
Ahora Eva más que nunca: Gracias.









jueves, 2 de mayo de 2013

LLAMAR PERJUDICA SERIAMENTE LA SALUD

Ha pasado una semana.
Apareces, das señales de vida, se renuevan mis ganas.
Mi alma queda en stand by para saberse sola de nuevo, abandonada otra vez en un instante.
Ya es la segunda vez que me dejas sin haber vuelto. La tercera en total.
No soy yo quien te busca. No soy yo quien te habla. Te llamo a gritos, pero en silencio. No puedes oírme. Es imposible.
Y me enfado, y sé que captas todo a la perfección. A lo peor me equivoco.
Probablemente no seas tan listo. Y sólo dispones de  inteligencia lingüistico-verbal , musical y matemática por lo de la big data (soberbia, eso sí) y yo pensaba que tenías instalada al completo la teoría de inteligencias múltiples. Careces de la más importante. Es sencillo.

Una semana después decido no darte más cancha. No jugar más a tu juego.
Se me ha roto el  otro mando. Y en mi mundo ya no hay partidas dobles. Inserta moneda en otra parte.

No quiero ser tu Jimena, y creo que ya pocas ansias me quedan de que tú seas mi Joaquín, que aunque parece más golfo y menos elegante , te saca kilómetros de ventaja en la carrera del cortejo.
A Joaquín lo esperaría porque sabe cuidar muy bien de todas sus mujeres.
Es menos egoísta. Tú eres de mentira. Puro postureo .
Es recurrente pensar siempre en la penúltima persona que estaba en tu vida, justo cuando la última se ha marchado por la puerta. En tu lista de amantes hace tanto que no figuro que no estoy ni en los cinco últimos puestos para pasar a segunda división.
¿Por qué sigues manifestándote? Claro, soy tu debilidad.
Como no entiendo muy bien,   ( debilidad no es un sustantivo con tintes agradables en mi diccionario, esperaba más carga emocional, más tragedia.. Yo lo asocio al chocolate, al sexo, al placer efímero), corro a la Rae a buscar su definición:
Debilidad:
(Del lat. debilĭtas, -ātis).

1. f. Falta de vigor o fuerza física.
2. f. Carencia de energía o vigor en las cualidades o resoluciones del ánimo.
3. f. afecto2. Sentía por él una gran debilidad.
4. f. coloq. Sensación de hambre.

¡Vaya! Yo pensando que esto era una historia de amor de las épicas, y resulta que lo único que ocurre es que tienes  hambre. Entre plato y plato. Y por eso llamas o escribes. La próxima vez fúmate un cigarro, ya sé que lo has dejado pero querido niño guapo de voz sublime, no me llames para perjudicar seriamente mi salud y la de los que me rodean. Mátate tú solito.



Una semana reviviendo la historia.
Sucede cada vez que escribes, el ayer vuelve y me sumerjo en aquellos años : tú y Azul.....mi corazón en medio planteándose a quién ama. Yo, paralizada, aferrada a mi miedo para no escapar contigo, porque da más miedo aún. Se acabó.
Te escribo hoy para decir que se acabó.
He cambiado de proveedor y este último vende una ilusión que es de puta madre. Que tarda en romperse, muy resistente, y no apareces como elemento en la composición.
Demasiado tiempo.
Vamos a razonar juntos como antes. Imaginemos y lleguemos juntos a la conclusión de que será mejor no vernos:
Fijamos cita y dias antes todo en nuestra cabeza guionizado hasta el momento del encuentro en el que todo se va al carajo.
Yo, con mil apuntes mentales de lo que debo, no debo y quiero decir, para sorprenderme a la media hora callada, mordiéndome la lengua, porque tú tienes más necesidad de ser escuchado ( no mejores cosas que decir).
Logorreica pero muy educada, digeriré como pueda que no he sido tu última debilidad, hoy sí me concedes la oportunidad de serlo. ¡Ja!
Me contarás que a tu última chica no le gusta París, ¡con lo que tú la querías!
Que no te agradeció nunca nada. ¡Con lo que tú eres y con todo lo que tú das!
Que viene de cuna baja, no tiene pretensiones la muy paleta y su padre es ¡ portero de finca!
Leyéndote pareces mucho más gilipollas.
( Mi padre era empresario, y soy una princesita, no de las que creó Disney para confundir a las mujeres: una auténtica macarra de cuento. Ojo conmigo. Además, me quedo con Cádiz y sus playas. Para ti París.)
Sólo aparecerá la pasión para narrarme tus intervenciones estelares en tu último Máster.
Y luego, cuando te canses de hablar de ti, volverás a decirme que soy LA MUJER, y que sólo yo duermo en tu cama.
Perdona pero me he perdido, en algún momento. Yo esto lo entiendo como un "follamos y me voy" que tampoco me supone ningún problema. Pero es que yo las cosas tengo que entenderlas y, sobre todo, llamarlas por su nombre.
Busco en tus palabras, un "te he echado tanto de menos, quédate, no te vayas, sin ti no soy."
Pero no lo encuentro. Tú que lo das todo aunque el pabellón auditivo lo tengas tan repleto de mierda que te impide escuchar lo que sin decirte te he dicho una y mil veces con esta boca que ya no besas.
Hastiada de meter mis brazos hasta los codos y escarbar y remover tu alma y la mía para ver si encuentro todo eso.
No tengo suerte.
Esta vez no le echaremos la culpa a mi incapacidad para contarte lo que por ti siento. Porque en mi camino hacia tu encuentro es lo único que deseo: repetir lo que sólo escuchaste una vez. Pero pronto descubro que la protagonista de mi cuento no soy yo. Y lo único que puedo hacer con tu vanidad es darle mi silencio. Y hacerte el amor a la vez que vuelvo a bucear contigo y con Azul en aquel océano de profunda angustia.
A mí no me compensa, ¿verdad?

Te ruego niño lindo que dejes de jugar en mi patio. Llévate la pelota a otro sitio. Lánzala a otros tejados .Y desaparece, deja mi mundo tranqilo. El que vivo sin ti. El que sin ti tenía por bandera la anestesia emocional.

Entra en el primer McDowell´s que veas y engulle, sacia tu hambre, tu debilidad. Si se te indigesta no me llames para decir que estás enamorado. Son retortijones.

Mi flaqueza siempre ha sido de origen terrenal, carnal, más esculpida en gimnasios y con menos cerebro (La mató empuñando un sustantivo erróneo): Ahora mide dos metros tiene un yorkshire, y es bombero. Hoy mi debilidad está trabajando, me llamará en un ratito, así que mañana espero tener una resurrección  vespertina sublime a base de manguera.

Vacío mi pasado de contenido emocional para llenarlo con debilidades e ilusiones.
Y ya te lo he advertido: mi nuevo proveedor es la hostia.