Así que seré más críptica de lo normal y supongo que la sucesión de imágenes que a continuación te haré llegar no te dirá nada sin la redacción correspondiente pero ya sabes lo de la Teoría de los Mil Ojos:
Café. Campos de Castilla. Recuerdos manchados de melancolía en la madrugada. Miradas dignas con intenciones humillantes, comentarios que veo aunque no escucho, sensaciones similares a las de Julia Roberts y su incursión con Gere en las carreras de caballos donde abogados sin escrúpulos le piden precio a la puta, desasosiego convertido en insomnio nocturno, mordidas de lengua, mi Simona y su sonrisa, y la confirmación de que el amor no tiene edad (yo, quitándole hierro desde entonces a mis ganas de Jairo). Recuerdos de los 22 años y el hombre que por entonces me amaba. Recopilación de amores donde Manuel queda en muy buen lugar. Rozalén animando mi vuelta. Borges abandonado. Antonio objetivo de mi mala hostia acumulada el lunes, fue la pared donde estallé mi ira y toda la compostura que tuve en dos días la perdí con él en dos minutos...
-Y tú ¿quién eres?
-Soy un ángel recién llegado del mismísimo infierno. Estoy aquí para deciros lo que ya sabéis, para haceros ver que en este país de mierda no hay nada más que hacer.
Antonio y yo hacemos la maleta, Eva.
Salimos del país, de la situación de miseria y ruina permanente: aquí dejo los azules, las ginebras, las miradas furtivas a sus carteras de señoritas que no lo son. Amigos que lo son cuando otros no miran. Escritores de novela erótica convertidos en prestidigitadores inmobiliarios. Los siluros tienen Twiter, aquí se quedan también aunque mi memoria selectiva haya borrado 2012 y biporales de ingreso reciente se empeñen en reclamarme el dinero que el feo pez les robó. Saco pecho, la vida me devuelve razones.
Es todo tan gracioso que si nos pilla un visionario del guión nos secuestra hasta que "cantemos".
Todo ha dado un giro radical en dos semanas: Antonio madura años en días.
Vuelvo a cuestionarme conceptos clásicos. Visión clara del abuso de mi persona sin ningún tipo de escrúpulo: -¡cómprate un mono!
Ángeles negros, de dos metros de altura, devolviendo mi creencia en las personas. Sí, esto tiene un capítulo a parte: todavía no me lo creo. Sólo mantengo la fe en el altruísmo materno, no rezo a ningún otro.
Puri y mi preocupación por su preocupación. Afortunadamente era como montar en bici, y ha ido "cogiendo carril"... Está en racha, y yo, encantada. Echo de menos las dos guitarras que nunca me fueron prestadas. Más surrealismo amoroso a mi alrededor. Y mi habitación sigue estando en tus pupilas. Tsunamis en las Ventas a los que sobrevivo... Todo apunta hacia el mismo sitio:
Comienzos, dificultades convertidas en ventajas, pérdida del miedo al miedo.
Además hice las paces con Tom Cruise hace dos días, he vuelto a pasar tiempo con Woody Allen y como él, me pongo una peli de los Hermanos Marx y relativizo mientras Groucho me hace reir.
Se cierra el asunto por vacaciones en espera de reapertura y salvo cuentos urgentes de última hora.
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