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jueves, 11 de diciembre de 2014

A MI HERMANA PEQUEÑA

Mujer que al andar siembra por donde pasa, primaveras
soplando apaga fuegos, propios y ajenos
de historias y encanto tiene los ojos llenos, 
de las que siempre aparecen cuando la esperas.


Nació leal, fuerte, completa, con los cabos atados
honesta, fiel y guerrera
con sus rizos, desordenadamente ordenados
con tanta mezcla en su coctelera...





Cuando cae, se levanta, se recompone
mujer valiente, mujer maestra,
llena de vida tus rincones,
de las que deseas tener a tu diestra.


A veces, con las alas rotas
es capaz de volar e izar todas las banderas
sobre todas sus derrotas,
mujer, de las verdaderas.


Y el mundo se vuelve inhóspito sin sus abrazos
de esos que abrigan y devoran distancias
porque ella quiere, ama en primera instancia
y al miedo y al rencor empuja a codazos.


Yo, que sólo sé regalar palabras
te suplico hagas tu magia siempre;
que nunca me falten tus "abracadabras"...




A mi hermana pequeña: porque sin ti el aprendizaje sería un espejismo.

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