Páginas

sábado, 25 de mayo de 2013

24M: INDIGNADA

¿Puedes explicarme la extraña alineación de planetas de ayer, querida mía, y los surrealistas acontecimientos posteriores? Cada vez entiendo menos.
Sí, el monstruo llamó a mi teléfono, de buen rollito, después del último mensaje en el que me decía de todo menos guapa, después de irse con mi blog, el otro, el bonito, de ahí el nombre de éste.

Debería subir el último sms de metro y medio de largo, haciendo un análisis de mi personalidad, el mismo día que el psiquiatra le otorga el certificado de flipado. ¡Qué ironía!. De mi personalidad, de mis amistades, de mi vida, de todo se atrevió a ser juez y verdugo, con mi consentimiento tácito, que se dice. Cierto es. 
En tono distinto,no entiendo su cambio climático mental...

El miedo invadió mi cuerpo cuando vi el número del demonio reflejado en la pantalla, cifras por las que empieza su teléfono(del resto no me acuerdo). No contesté y dejó mensaje de "soy tan gran persona que te he guardado lo tuyo aquí". Lo último que se habló sobre mis pertenencias fue un "puedes quemarlas", cosa que dí por hecha.
O, "véndelas", porque se atrevió a pedir que le compensara emocionalmente con cierta cantidad económica: juzgó , sentenció y pidió daños y perjuicios amorosos. A todas sus mujeres, que son unas putas, les hace un balance económico que incluye regalos puntuales y una extensa enumeración de debes y haberes sentimentales:

-Te dejo por monstruo, no puedo más.
-¿AH, SI? Son 1000 euros.
Jamás le hice un excell o un power point con todo lo que yo perdí por el camino.

Ayer tarde, miraba las paredes de mi habitación por si Antonio me estaba gastando una broma y estaba grabando mi cara. No me lo podía creer.

Ya lo he hablado con Goyo, justo esta semana. Quien se va sin que lo echen, vuelve sin avisar.
No del todo fue así. Quien se va, provocando tsunamis físicos, emocionales, catástrofes humanas, ¿por qué vuelve?
Dejé todo claro, incluso perdí las formas para que no hubiese dudas, dándole una gran paliza al señorío que heredé de mis padres.

Esos cambios sólo puede tenerlos quien está realmente enfermo.
Esta semana querida, vuelvo al castillo, ya no recuerdo tormentas ni noches de frío e iré acompañada de mi Sancha, que me proporcionará la calma y la tranquilidad necesarias para enfrentarme de nuevo a él.
¡Manda huevos!

Previamente, el de Segovia envía mensaje equivocado también, la misma tarde. 
Y silencio y rosas de Jericó en mi teléfono móvil. No sabía si reir o llorar. Por supuesto elegí lo primero.

¿Qué pasa con el 24 de Mayo a parte de que Chema cumple años?
Acuerdan los planetas y los posibles universos que todo mi pasado me mensajee esa tarde...

Mi síndrome premenstrual intentando no perder la calma: lo consiguió, por cierto, porque ya sabes que clavé la espada en el corazón a ese dragón- que no escupe fuego si no que se lo bebe- igual que el mismísimo San Jorge.


Pensado luego por la noche, no sabría decirte si es odio, rabia, tristeza o compasión lo que siento. Creo que rabia porque recuerdo el fin del cautiverio y repito, no sé a qué viene ahora taaaanta amabilidad. Me mosquea bastante. (Iré preparadísima para un ataque sorpresa).

He de confesar que tengo un poco de miedo, justo cuando te decía que no me vienen recuerdos a la mente, justo ahora que las pesadillas están superadas. Otro chiste vital grandioso.

Vuelve a comunicarse porque es feliz, porque ahora hace manualidades que llama Arte y su entorno hipócrita alaba su arte de pegar cinta de carrocero en un lienzo. (Velázquez, ¡perdónalos porque no saben lo que hacen!). Ha comprado seguridad y autoestima invitando a vino en inauguraciones, y lo más triste es que jamás se planteará que es un insatisfecho enfermo, y que detrás de cada "obra" hay cuatro modernos hablando de lo que la manualidad les transmite: gente que viste bien y bebe,  hablando de pretecnología: mejor abre una tienda de ropa¿no?. O vuelve a abrir el bar.

Cuento y no quiero contar: por elegancia, por vergüenza-propia y ajena- Por necesidad.

¿Los montruos piensan que los humanos somos gilipollas? La paranoia funciona así: crees que todo lo que tu cerebro estropeado piensa es verdad, TU VERDAD. A pesar de que un médico te certifique que estás tarado.

Seguramente busca contacto, para contarme que es feliz, que hace exposiciones imposibles y que mis pertenencias en un recuerdo grato a lo nuestro seguirán guardadas en su castillo de odio, con todo el amor que tiene, que es ninguno porque nadie le enseñó a querer, ni a quererse, que de amor propio andábamos jodidos.


No temas por mí, mi niña. Estaré bien, iré a por mis tacones y volveré a mi nuevo mundo subida en ellos. Porque siempre estuve subida y el enano engreído no pudo tocar mi corona jamás. No pudo llegar tampoco a rozar mi universo emocional e intelectual, no lo permití, y eso es lo que le hizo enloquecer ;y se convirtió en detective privado con pruebas y evidencias que su mente negra, sucia y perversa inventaba.

Quizá se ha dado un golpe en la cabeza y las ideas se le han vuelto del revés, quizá ahora toca pasar al estado de euforia que sigue a la disforia en mamones de esta calaña, quizá ha visto la luz...
En cualquier caso, no me provoca curiosidad alguna.

Porque Ultramán existe: animó el final de mi tarde y el principio de esta etapa. Eso el monstruo no lo sabe, si no, seguiría pensando que tiene razón, y eso es malo para él, aunque no lo sepa y su especialista no se lo diga.
No se borró mi sonrisa de la cara en cinco horas de conversación cortada por risas, tocamientos de cara indiscretos y las doce mil toneladas de simpatía que trajo al encuentro. Me despegó tres o cuatro tiritas también.

Querido monstruo: descubro que no eres ni eras, ahora ya, mi mundo es otro. Cuídate mucho no vaya a ser que pronto estés recibiendo la dosis de tu propia medicina que mereces.
Conserva mi recuerdo adulterado de la manera que mejor consideres...
Yo, ni te quiero ni te odio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario